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septiembre 2015
Arte en el metro de Moscú.
Uno de los grandes atractivos de Moscú, más allá del Kremlin, son sus estaciones de metro, las cuales podrían alcanzar la categoría de monumentos nacionales o galerías de arte. Si estáis planeando vuestro viaje a Moscú deberíais pensar en dedicar un tiempo en descubrir las estaciones de Metro más interesantes.
Inaugurado en 1935, el metro de Moscú es también conocido como el "Palacio subterráneo". Con más de 180 estaciones y 300 kilómetros de recorrido el metro de Moscú es una de las mayores redes de metro del mundo además de una de las más transitadas, habiendo conseguido más de 9 millones de pasajeros en un solo día. Su diseño en forma de estrella es muy peculiar, pues se compone de 11 líneas que atraviesan una línea circular que las conecta. Podéis guardar fácilmente el mapa de Moscú y sus líneas de metro en Google Maps, para utilizarlos sin conexión en vuestro smartphone.
El metro de Moscú tiene personalidad propia e incluso género. La megafonía anuncia las estaciones con una voz femenina cuando nos alejamos del centro de la ciudad, y con una voz masculina cuando nos acercamos. También alberga el récord de metros de profundidad siendo la estación de Park Pobedi la galardonada con 85 metros de profundidad. A modo anecdótico que durante el período de la Guerra Fría todas las estaciones se construyeron a mayor profundidad para hacer las funciones de refugio nuclear ante posibles ataques.
Pese a que sus dimensiones y diseño son espectaculares, es la arquitectura y decoración de sus estaciones lo que realmente atrae a los turistas. En ellas podemos disfrutar de una auténtica galería de arte: murales, frescos, estatuas, mármoles, lámparas, grabados son algunos de los elementos decorativos y artísticos que jamás imaginaríamos encontrar bajo tierra. La mayoría de estaciones representan escenas históricas de la antigua Unión Soviética siendo 44 de ellas patrimonio cultural.
Hacemos un repaso de algunas de las mejores estaciones:
Estación de Mayakovskaya
Considerada una de las estaciones más bonitas, narra la historia de la aviación durante la guerra. Repleta de arcos, formas circulares y murales de piedra os transportará a otra época.
Estación de Novokuznetskaya
Construida durante la Segunda Guerra Mundial, recargada de una decoración de elementos militares y soviéticos, es una de las más singulares.
Estación de Komsomolskaya
Compuesta de columnas bajo un techo de estilo barroco y decorada con mosaicos y enormes lámparas de una belleza inigualable, es una de las estaciones más grandes y ostentosas.
Estación Ploschad Revolutsii
Las estatuas de bronce a tamaño real representan a trabajadores del campo y soldados del pueblo soviético desarrollando acciones de su vida cotidiana. Las estatuas son imponentes, y al estar colocadas en todas las esquinas de los pasillos y accesos hacen que la visita sea muy especial.
Estación de Novoslobodskaya
La singularidad de esta estación son sus vidrieras de colores a imagen o semejanza de iglesias y Catedrales. En ellas se muestra de nuevo la vida del pueblo y el ejército soviético.
Estación de Kropotkinskaya
Conocida como el "Palacio de los Soviets", fue construida en 1935 con mármol de la derruida catedral del Cristo Salvador, uno de los iconos de Rusia. Combina una gran simpleza con un lujo cautivador.
Por último y como curiosidad, otro rasgo característico del metro de Moscú son sus convois, idénticos en todas las lineas de metro.
El Monasterio de Piedra.
El Monasterio de Piedra, situado en Nuévalos (Zaragoza), es un monasterio fundado en 1194 por trece monjes de la orden del Císter provenientes del Monasterio de Poblet (Catalunya).
La visita al Monasterio es guiada, y el recorrido transcurre por diferentes dependencias del Monasterio Cisterciense: Claustro, Sala Capitular, Altar Barroco (aquí es donde se concentra gran parte de la visita y realmente es la zona más espectacular), Iglesia, Museo del Vino D.O. Calatayud (antigua Cilla), Exposición de la Historia del Chocolate (Cocina Monacal en la que todavía existen rastros de su actividad), Museo de Carruajes, Reproducción del Tríptico Relicario del Monasterio de Piedra y Calefactorio.
Con la compra de la entrada general, 15 €/persona, podréis visitar también el Parque Natural, desde nuestro punto de vista, lo mejor de la visita. En la taquilla os entregarán un mapa del recinto, en el que aparece trazado el recorrido a reseguir a lo largo de unos 5 km.
Para poder realizar el circuito completo y sin agobios, os recomendamos dedicar un día entero. Los fines de semana y festivos, sobre todo, se llena de familias por lo que mejor estar a primera hora para poder pasear tranquilos y sin aglomeraciones.
El parque es de fácil acceso para niños y personas mayores. No obstante, hay zonas en las que el suelo es realmente resbaladizo, algunas grutas estrechas y con poca visibilidad y algunas escaleras complicadas de bajar, por lo que en estos tramos, los mejores de todo el recinto y en los que más disfrutaréis, deberéis ir con 1000 ojos.
Por ello, también os aconsejamos llevar ropa y calzado cómodo (que agarre bien en zona de rocas) para poder caminar durante horas, y llevaros algún tentempié y agua para hidrataros ya que dentro del mismo apenas existen bares o cantinas donde poder comprar suministros.
En cuanto a la visita en sí, justo en la entrada del recinto, a mano derecha, encontraréis el espacio habilitado para el espectáculo de aves. Si los horarios os encajan, os podemos asegurar que vale la pena asistir. Tanto grandes como pequeños disfrutaréis de la hora de espectáculo y realmente os quedaréis maravillados con la exhibición. Las aves sobrevolarán vuestra cabeza e incluso alguna atrevida (lechuzas, águilas, buitres, búhos y alimoches....) llegarán a rozaros.
En cuento al recorrido, podréis observar como el río Piedra forma, al pasar por las inmediaciones del monasterio, un paraje de gran belleza paisajística, con muchas cascadas de agua que se dividen en innumerables hilos de agua o chorreras, siendo la cascada de la Cola del Caballo, con más de 50 metros, la de mayor altura e interés. El parque también cuenta con varias grutas, y para nosotros esta fue sin duda la mejor parte del recorrido.