Carcassonne y el sur de Francia
El sur de Francia es rico en historia y en castillos. Entre
los españoles es un destino muy común puesto que visitar el territorio francés en
coche es relativamente fácil.
Nosotros os recomendamos el siguiente itinerario. ¡Disfrutarlo!
DÍA 1 - Carcassone
Carcassonne, situada en la región de Languedoc-Rossellón, al
sur de Francia y a medio camino entre Perpiñán y Toulouse, es conocida por ser
una ciudad amurallada declarada en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco.
Su gran atractivo es La Cité. Su carácter defensivo a lo
largo de su historia ha influenciado la complejidad de su arquitectura, donde
se refleja notablemente el arte militar.
Pasear por la ciudad amurallada os transportará al medievo ya
que el clima recreado en ella os convertirá en caballeros de armaduras pesadas
listos para la batalla.
A pesar que el gran atractivo turístico es la ciudad
amurallada, nosotros también os recomendamos perderos por sus calles e impregnarse del aire medieval que se respira
en la ciudad. Visitar el Castillo Condal,
la Basílica Saint-Nazaire, la Catedral de Carcasona bien merece la pena.
Nos os olvidéis comeros una magnífica crêpe bien calentita
para reponer fuerzas.
DÍA 2 – Albi / Cordes-sur-Ciel
Albi, en la región de Midi-Pyrénées, y situada a orillas
del río Tarn, destaca pos sus edificios de ladrillo rojo que caracterizan su
arquitectura local.
Entre sus principales monumentos destaca la catedral Santa Cecilia
y el Puente Viejo, uno de los más
antiguos de Francia, y aún en uso. Ambos os sorprenderán por su color, por su
arquitectura y sobre todo por el material con el que se construyeron: ladrillo y
arcilla roja.
De Albi nos dirigimos directamente a Cordes-sur-Ciel. Una de
las más antiguas villas fortificadas de la región Midi-Pyrénées.
Durante los siglos XIII y XIV muchos
nobles edificaron aquí sus residencias, los palacios góticos. Las fortalezas
que rodean a la ciudad y las fachadas decoradas con todo tipo de motivos le dan
la pincelada final a este precioso lugar. Es un pueblecito con mucho encanto, me
atrevería a decir de cuento, en el que si de repente una princesa lanzara su
cabellera por la ventana para besar a su caballero nos parecería del todo
normal.
No os olvidéis cuando estéis saliendo del pueblo en coche
pararos unos segundos para hacer una foto desde abajo. La instantánea que conseguiréis
será de postal.
DÍA 3 - Le Pont d’Espagne
El Puente de España está a las puertas del Parque Nacional de los
Pirineos a una altitud de unos 1.500 metros sobre el municipio de Cauterets en los
Altos Pirineos (Francia).
Es un lugar protegido en el que disfrutar las más bellas cascadas que se pueden ver en
los Altos Pirineos. También se localiza una estación de esquí. En la época en la
que nosotros fuimos aun caían las primeras nevadas del año, por lo que la
estación estaba completamente cerrada y éste le otorgaba un aspecto “fantasmagórico”
que impresionaba.
El Puente de España da paso a dos valles importantes: el
valle de Marcadau, donde los altos prados dejan lugar a un maravilloso paisaje
de lagos y cimas atractivas, y el valle de Gaube, con un lago también accesible
en telesilla. El alto del valle que lleva al lago está cortado por la cara
norte del Vignemale, punto culminante de la cadena fronteriza con España.