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PUIGCERDÀ. BAJA CERDAÑA
Puigcerdà y Llivia.
Puigcerdà, capital de la Baja Cerdaña, situada dentro de los Pirineos y muy cerquita de la frontera con Francia es uno de los pueblos de Catalunya que no podemos dejar de visitar.Su casco antiguo, repleto de callejuelas por las que perderse y rodeado de unas vistas envidiables, es encantador. Ideal para veranear y alejarse del agobiante calor de la ciudad e ideal en temporada de nieve pues las estaciones de esquí se encuentran a pocos kilómetros de distancia.
En el centro de la villa encontramos el Campanario de Santa Maria, único resto de la iglesia que dio su nombre a la plaza, la Plaza de Santa Maria. Detrás del campanario podemos visulizar el Hospital, un edificio entre el románico y el gótico (documentado desde1930) el cual ha perdido la mayoría de sus características originales.
La plaza de la vila (el ayuntamiento), la capilla de Nostre Senyora de Gràcia, el mirador, el Antiguo convento de Sant Domenech o el casino Ceretà son algunas de las edificaciones emblemáticas que no nos pasarán desapercibidas.
Y a muy pocos kilómetros de Puigcerdà encontramos Llivia. Una localidad rodeada en su totalidad por territorio francés (resultado del Tratado de los Pirineos de 1659), que la constituye un enclave de España en Francia.
En Llivia destacan 3 puntos de interés que son de parada obligatoria: la primera parada es la famosa Farmacia Esteve, una farmacia de origen medieval (siglo XV), convertida posteriormente en un museo situada en el núcleo histórico de Llivia.
El segundo lugar es la iglesia. Situado en la parte superior de Llivia se caracteriza por una torre rectangular con cuatro torres en cada vértice y un recinto inferior que lo cierra.
Y el tercero es la pizzeria del maestro Fabián, El Taller Fabián Martín. Entrar y escoger, seguro que acertaréis.
Como apunte destacar que durante nuestra estancia nos alojamos en Cal Marrufés, una granja de trabajo reconvertida en una casa rural con mucho gusto.
Situada a tan sólo 2 km de Puigcerdà, recibimos un trato excelente por parte del dueño. Habíamos reservado una habitación estándar, y como la suit principal no estaba ocupada nos alojaron en ella sin coste adicional. La habitación, muy amplia y luminosa daba al jardín de la casa. Contaba con jacuzzi y ducha de hidromasaje, todo un lujo después de una jornada "turística".
Acerca del autor
Sílvia: apasionada de la literatura y el arte (¡y coleccionista de zapatos!), y una de mis cualidades es la escritura, que en dosmaletas se ve reflejada en cada uno de los post.
Rubén: entusiasta de la fotografía y las nuevas tecnologías por lo que mi cámara reflex siempre me acompaña para capturar instantes y dar vida a las entradas de Sílvia. Coleccionista de gorras militares.
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